Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Con deslumbrante maestría y elegancia innata, él orquestaba el juego con fuego interior. Sus pases eran milimétricos, como pinceladas magistrales en un tapiz https://aoifelomd582605.timeblog.net/74276593/materazzi-revela-qué-dijo-antes-del-cabezazo-de-zidane